En las Beatitudes, Yeshua advierte a Sus seguidores que no tomen el camino fácil y espacioso para Salvación, pues lleva a la destrucción:
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Mattityahu (Mateo) 7:13-14
Y siete versículos adelante, Yeshua advierte que habrá un grupo numeroso de personas que lo llamarán “Señor” y que no entrarán en el Reino de los Cielos:
21 “No todo el que me dice: Señor, señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, señor, ¿no profetizamos en Tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios y en Tu nombre hicimos muchos Milagros?
23 Y entonces les declararé: ‘¡Nunca os conocí! Apartaos de Mí, los que no obedecen la Ley’.”
Mattityahu (Mateo) 7:21-23
Parecería imposible que el Mesías rechazara a los Cristianos; pero los Cristianos son el único grupo sobre la tierra que:
  1. Son los “muchos” que
  2. Llaman en Su Nombre,
  3. Echan fuera demonios en Su Nombre, y
  4. Hacen milagros en Su Nombre;
  5. Pero hacen maldad: no obedecen la Ley
Los Cristianos son el único grupo en la tierra que reúnen todos los requisitos. De manera que esta es advertencia para no aceptar el camino amplio de las doctrinas fáciles de la Iglesia Cristiana.
¿Y por qué el Mesías Judío rechazaría a la Iglesia Cristiana? ¿Acaso no ha sido la Cristiandad la que ha esparcido las Buenas Nuevas a los cuatro rincones de la tierra?
Si, así lo ha hecho: y ahora veremos en los siguientes capítulos que la razón por la cual el Mesías rechazará a la Cristiandad es porque el Divino Plan de Redención es un proceso con multitud de etapas, y la Cristiandad es únicamente una etapa intermedia. Y aquellos que no progresan para llegar a la meta, no llegarán al procesamiento para ser refinados y serán de esa forma descalificados de ser parte de Su Novia.
Si el concepto de Divina Providencia nos dice que todo procede de la mano del Creador, ¿entonces por qué le ha sido permitido florecer a la Cristiandad?
La Cristiandad no hubiera florecido dentro de una Judea Judía por la misma razón que los Judíos la rechazan: Los Judíos en Judea sabían que la Torah era eterna. Por esto ellos hubieran rechazado cualquier nueva doctrina Helenista Cristiana, que instruyera en contra de obedecer el Pacto.
Ahora, fuera de Judea, sería otra historia. Los que no eran Judíos no hubieran tenido familiaridad con el concepto de Instrucción para la Novia, y hasta probablemente les hubiera sido ofensivo. De manera que, la Cristiandad fue un vehículo para en principio atraer al Pacto a los que no son Judíos, sin tener que caminar en los requisitos que requieren mayor dedicación. Era una especie de casa de convalecencia para los Efraimitas que regresan.
Es difícil tomar la decisión de seguir la Torah, porque requiere que uno cambie su identidad espiritual. Para realmente obedecer Torah, uno debe comenzar por llevar la carga por la Tierra de Israel, las Leyes de Moisés y el lenguaje Hebreo. Cuando eso ocurre genuinamente, ya no le es a uno posible identificarse como Griego, Romano o Americano. Entonces uno se convierte en parte de la nación espiritual de Israel; se identifica con aquellos que han dejado atrás deseos terrales, materialistas, y han considerado los deseos del Padre primero que los propios.
Los individuos en las naciones no se encuentran insatisfechos con su identidad espiritual o nacional. Por esto, cuando reconocen que su Salvación requiere que lleguen a aprender Hebreo, obedezcan las Leyes de Moisés y lleven la carga por la Tierra de Israel, puede parecer un costo muy alto. Esos conceptos eran ajenos a los oídos de los Greco-Romanos y se hubieran alarmado de pensar en tan costosa inversión.
En contraste, cuando un candidato a ser convertido hablaba con un Cristiano, el Cristiano le habría dicho que todo lo que se requería de él/ella era llamar en el nombre de Yeshua y comenzar a camina en amor. Ese Cristiano también habría comentado que los conversos a la doctrina Nazarena Israelí no eran buen ejemplo de las palabras de Yeshua, juzgando por lo que El dijo a la mujer junto al pozo:
21 Yeshua le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre.
22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los Judios.
23 Más la hora viene y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el padre tales adoradores busca que le adoren.
24 Elohim es Espíritu; y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Yochanan (Juan) 4:21-24
Recordando que Yeshua dijo que Jerusalén ya no sería el lugar donde se adoraría, los posibles conversos podrían concluir que la doctrina Nazarena de mantener interés en Jerusalén estaba pasada de moda. Y sentirían alivio cuando los Cristianos les aseguraran que no tenían que cambiar su identidad nacional, llevar carga por la Tierra de Israel, diezmar, obedecer la Torah o aprender Hebreo, ya que el amor es todo lo que importa.
Los nuevos conversos aceptarían que era un don del cielo poder tener vida eterna con solo amar a sus prójimos y adorar al Elohim viviente con la boca: guardando los mismos días paganos de adoración al sol, vida y dulzura.
Debió haber sido sumamente penoso para los Apóstoles ver lo que estaba resultando; y saber que la verdad sería tapada con una media verdad y aceptar que sería necesario que sucediera.
Fue un acto de misericordia hacia la humanidad que YHWH permitiera que los Nazarenos fueran exterminados por los Cristianos, porque como resultado de ese proceso aceleró la Salvación para Adán en general.
Yeshua menciona en una de los más recónditos pasajes, el hecho que el Reino de los Cielos sería ofrecido a los hijos de Adán, a través de un vehículo con levadura.
33 Otra parábola les dijo: “El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”.
Mattityahu (Mateo) 13:33
Yeshua compara la gente del mundo al trigo, que la Cristiandad que no obedece Torah fue usada como levadura para que la masa se esponjara más rápida y claramente. Ahora todo lo que falta es que la levadura sea cocida con el fuego de refinamiento, y así los Cristianos regresen a la genuina fe Nazarena. Una vez esto suceda, todo lo que quedará serán unas piezas de pan de propiciación dignas de un Rey.
Sin embargo, Yeshua aclara que la mayoría de la Cristiandad no regresará a la genuina fe. Nos dice en Mateo 7 que “muchos” tomarán el camino fácil que lleva a la destrucción; el camino que no requiere obediencia a Sus instrucciones. A pesar de que lo llamen “Señor”, El los rechazará.
De esta forma, el Cristianismo ha sido un vehículo como la levadura y a la vez una piedra de tropiezo para aquellos que desean aceptar las promesas fáciles del Cristianismo, pero que se niegan a obedecer Susinstrucciones.